jueves, 15 de agosto de 2013

"No seas orgullosa."

... tus palabras de siempre, "no seas orgullosa, Chabe, que así no vamos bien".
¿Cuántas veces discutimos, te retiré mi palabra y fuiste tú quien decidió darme otra oportunidad y ceder?
No tengo manos para contarlas.
Por mi orgullo, ese orgullo que tanto creo que me ayuda y que tantas veces me has dicho que para ti, no vale un duro.
Ya que siempre estoy por debajo, siento como necesidad quedar por encima, sentir que la otra persona se volcará en mi, hacerme la chula hablando mal y pronto, y tú cedías, cedías constantemente.
Hasta estos tiempos, en los que yo origino tempestades y tú ya no quieres ceder, ya no te acercas a mi para solucionarlo, porque has sacado tu orgullo.
Anoche, después de nuestra nueva discusión, en la que yo tuve la culpa y en la que me dijiste que ya no querías hablar conmigo y que ya no aguantabas más esta situación, anoche, después de una semana y media, decidí tantear cómo estabas.

No me recibiste con los brazos abiertos aunque ya lo esperaba, me dijiste que no había nada que solventar, pero que simplemente no querías hablar conmigo. Te dije, que cuando quisieras hablar, yo estaría ahí.
Y lo estoy.
Porque ya no me importa ser yo quien sucumba y se baje del burro.
Porque así, dentro de poco tiempo, entenderás que por ti estoy cambiando, como estás cambiando tú por mi.

No hay comentarios:

Publicar un comentario